lunes, abril 21, 2008
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 7:46 p. m.

Definitivamente esta historia me conmovió.

Los días de calor ya partieron, por eso la noche estaba tan fría, caminamos entre las luces, y el pavimento resbaladizo, tomamos café, nos reímos, y fuimos los cuatro, al departamento de Daniel para terminar la velada, y picar algo.

Me sorprende como pasan los años, y casi no los siento, me sorprende conocer a Daniel, y más a Pamela hace ya tanto tiempo. Esa misma nostalgia nos llevó a recordar a un par de amigos, que ahora aparecen como almas resucitadas en el popular facebook.

Así empezó Daniel a contarnos que Constanza lo contactó por facebook.

Constanza fue una polola de "juventud" de Daniel, quizás la primera. Él tenía unos 19, ella uno menos. Sin embargo, no alcanzaron a cumplir un año de relación.

El pololeo marchaba de lo mejor, se entretenían, salían donde querían, hasta que pasó algo que sin duda marcó sus vidas.

Constanza viajaba en auto con su mamá. La mamá manejaba, de pronto y sorpresivamente un camión en sentido contrario se atraviesa en el camino de ellas, y golpea con toda su fuerza el lado del copiloto donde viajaba Constanza. La muchacha despertó días después en una clínica de Santiago con los peores pronósticos, y su madre se recuperaba poco a poco de sus lesiones en otra habitación de la misma clínica.

Constanza perdió su capacidad motora, su habla, no podía caminar. Sus padres que lo tenían todo buscaron los mejores médicos, pero las posibilidades de sacarla adelante eran mínimas. Daniel iba a verla, a acompañarla esos días.

Ni la Clínica Las Condes, ni la Clínica Alemana tenían las herramientas para recuperarla, lo mejor en ese mmomento lo encontraron en los centros de la Teletón.

Fue recuperando el habla, pero aún no podía caminar, fue por eso que Constanza tuvo que partir, y ambos dieron por terminada la relación. Por un tiempo ella y Daniel, mantuvieron algún contacto por teléfono, por mail. Constanza recorrió Estados Unidos, Suiza, Italia, hasta que volvió a caminar, y los años, la vida, los cambios de celular y de correo electrónico los llevaron a perder esa comunicación

Daniel siguió su vida, tuvo algunas pololas, hasta que conoció a Pamela con quien lleva algunos años de noviazgo.

Ahora que Daniel cumplió 30 años, Constanza lo contactó de nuevo, diciendole que lo había estado buscando siempre, que lo había intentado todo, pero que nada había dado resultado, hasta que su hermano le comentó de facebook. Ahí vio un Daniel similar al que ella conoció, que aparecia con una muchacha abrazados.

Era él, pudo saber que Daniel ya se ha titulado, que trabaja y que lleva una relación larga con Pamela. Ella le contó que hoy vive en España, y que el dinero de sus padres no llena su vida, y que hasta hoy no ha encontrado un hombre que la acompañe, y que no lo olvida. Además le
comentó que adoptó una hija, y en honor a él se llama Daniela.

Cuando Daniel cuenta que la niña se llama como él, los ojos se humedecen y se pierden en la ventana. No puedo evitar mirar a Pamela que sonrie levemente mostrando una mezcla de tristeza y preocupación.

Comentamos la tragedia de esa muchacha y como el recuerdo quizás idealizado de Daniel, aún la hace feliz, Pamela también pierde la vista en la ventana, pero ya es tarde, y es hora de partir.