domingo, abril 29, 2007
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 10:24 p. m.

Era mi principe. Era una reunión de cuentos de hadas en un niño. En un niño de ojos inocentes y felices, como los míos. Tardes eternas como años, jugamos tanto. Fui una muñequita enamoradiza. Y era él mi principe, un "primer amor" de la infancia. El primer "niño que me gustó", y que yo escribí su nombre en mis cuadernos. Fui alegre, muy alegre. Era un juego, yo jugaba y olvidaba. Tiempo después, antes de mis 8 años, me fui de esa ciudad, y deje a mi amigo, a mi "principe" ahí. Cerré ese cuento. Los años pasaron y no lo vi nunca más.
Creí que mi infancia era un recuerdo difuso. Pero hoy me trajo una sonrisa a mi rostro.

Ahora vestida de adulta, ejerciendo mi profesión, supe que este principe también creció, y que escribe... algo así como un blog. Me encontré con alguien que de sonrisa amable, me recordó esa historia, y me contó que fue de él.
En un momento de curiosidad ingresé a esa página, y volví a ver el rostro de aquel niño, hoy de adulto. Ya no veo en él, la imagen del principe de antes. Veo simplemente a un joven como yo, lleno de esperanzas, y de vidas tan distintas. La imagen de este niño principe tan nítida a ratos, vuelve a ser difusa. Cierro esa página, con una sonrisa, y sabiendo que ya no soy su princesa.

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domingo, abril 15, 2007
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 3:21 p. m.

La imagen, hoy tanta importancia que tiene... estoy tratando de aceptarme, y acostumbrarme a mi, para que cuando tenga arruguitas o algun rollito regalón no me torture.
Una vez tuve la oportunidad de conversar con un médico... el era dermatólogo y cirujano plástico. Fui a su consulta porque tengo algunos lunares, chiquitos pero varios... quería saber si me los podía sacar o si eran peligrosos... Después que me revisó, me dijo que no había ningún problema para sacarlos, pero que no eran de los de riesgo. Pasó el tiempo, y algo de cariño les tengo, asi que no me los he sacado.

Ese día conversamos un poco de la cirujía plástica, tan de moda estos días e incluso se puede pagar en cómodas cuotas. Yo le dije que no me operaría alguna zona del cuerpo, uno porque me da susto, y dos porque no voy a ser más feliz con un poco de silicona o con lo que sea.

Supongo que ahí no le simpatice al doctor, él me dijo que opinaba eso, porque era delgada y sin arrugas, que ya quería ver qué opinaría a los 50, o después de haber tenido hijos.
Puede que tenga razón, pero lo que quiero decir, es que hoy parece que el cuerpo es la felicidad máxima, sinceramente me encantaría pesar un poco más porque soy bien delgada, pero se muy bien, que eso no me haría más feliz, probablemente me sentiría bien, quizás más segura, pero la felicidad, para mi, al menos, no está en eso.

Distinto es el caso de operaciones reconstructivas o de casos extremos. Es que la televisión nos bombardea de cuerpos siliconados y hombres esculturales, pero es cosa que uno mire alrededor, para que vea que nadie es así, y por último la mayoría de nosotros no trabaja como modelos de multitienda, por lo tanto no es indispensable una figurita 90 60 90.

Yo creo que es suficiente con andar presentable, es decir peinado, bien bañado, ordenarse en lo posible, algo de maquillaje, pero por un asunto de respeto, de cuidarse, pero no como algo esencial e indispensable. La vida es mucho más que un cuerpo bello, la belleza física no asegura éxitos profesionales ni personales.... he dicho.

 
miércoles, abril 11, 2007
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 7:58 p. m.

Me parece que he vivido tan poco.... y estoy muy cerca de mis 25 años..... pero aún cuando no llevo arrugas ni peino canas, ya soy adulta, en un suspiro se acabó la universidad, y ya es otro recuerdo.
Era cierto entonces lo que decía doña María, de los 15 a los 20 ni te das cuenta.
Y una de las secretarias del lugar donde trabajo me mira con una cara que mezcla alegría y nostalgia... aprovecha tu juventud, si eres tan niña todavía, viaja mucho y no te cases tan pronto.

Siempre recuerdo el año anterior y lo comparo con el ahora. Recuerdo cumpleaños tiernos y viene un ramo de rosas rojas a mi mente, recuerdo cumpleaños lluviosos y muchos amigos, recuerdo muñecas y chocolates, recuerdo tarjetas, y llamadas inesperadas que son lo que más me alegra, recuerdo muchos regalos, recuerdo otros menos felices, pero al fin siempre alegres.

Quiero hacer tantas cosas y me arrepiento de otras tantas que no hice.

Tantos proyectos hay en esta juventud divino tesoro, pero también pueden haber muchos proyectos para los que peinan canas y llevan arrugas, si esas arrugas y esas canas son pura vida y nunca es tarde.... nunca es tarde.
 
lunes, abril 02, 2007
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 8:10 p. m.

Llegué cansada a almorzar a mi casa... después me acordé que hace días que no llamo a mi amiga Susana... y marqué. Se nos viene el casorio en un mes más app., y está tan contenta, tan ilusionada, que me da gusto escucharla... que ahora será señora.... y la despedida de soltera y demases.
La semana pasada fue a comprar las argollas, me habló de mil cosas.. talladas, simples, anchas, delgadas, concavas, convexas y no sé que no se cuanto.
Me dijo que van a incluir la fecha del civil, en la inscripción de las argollas, porque para el matrimonio religioso habrá que esperar hasta el próximo verano.
Está pensando en los souvenir para la fiesta, que chocolatitos, vinos... que este fin de semana va al homecenter a comprar un mueblecito para el baño, a buscar individuales... que el jueves tiene una entrevista de trabajo... y todo cambia, un proyecto de vida, un cambio bien fuerte.

Yo creo que hoy por más enamorada que estuviera no podría cambiar mi vida, me gusta mi casa, me gustan mis hermanos, me gusta conversar con mis papás. Pero también tengo súper claro que no soy tan niñita, por más que mi nick en este blog diga otra cosa.

El otro día estaba en mi escritorio, escuché a mis papás conversar en el jardín. Mi papá había comprado unas plantas, entre ellas unas hortenzias, mi mamá le dijo que se "dice" que si se plantan estas hortenzias en una casa la hija menor no se casa.... jajajjaa, yo me reía, y mi papá dijo voy a traer muchas y las voy a plantar todas!.
No pude evitar sonreir, en mi familia soy la menor de las mujeres, y mis primos son todos hombres, de manera que como comprenderán... las tías y las abuelitas de la familia están esperando un compromiso, cuestión que por el momento no me motiva, porque acabo de cerrar el cuaderno... estudie mucho mucho, y estoy recién viviendo más normalmente.

Además tengo tantas dudas con lo del matrimonio, porque una pareja tiene que superar la monotonía, lo cotidiano, la posibilidad de sentir atracción por otros y saber que a eso se tiene que renunciar porque la elección ya se hizo.

Una vez una monjita me dijo que casarse probablemente era más dificil que ser religioso, que era una vocación mucho más estricta, y creo que debe ser así.

Pero la Su dudas ninguna.... y no puedo evitar recordar las veces que salimos de carrete, las veces que estudiamos juntas, las veces que le di mis consejos con el patán de su ex, y las veces que ella me decía que un compañero de universidad se había enamorado de mi, que por qué no lo pescaba, de aquella oportunidad que viajé a su casa estando tan lejos, de los café con chocolates, de la llamada anterior al día de mi exámen de grado, y su mano dandome golpecitos en la espalda cuando estaba a punto de empezar con la exposición, de los momentos tristes y los alegres... y de esta última llamada, en que me dijo que ese día de su matrimonio, yo no puedo faltar.

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