Era cierto entonces lo que decía doña María, de los 15 a los 20 ni te das cuenta.
Y una de las secretarias del lugar donde trabajo me mira con una cara que mezcla alegría y nostalgia... aprovecha tu juventud, si eres tan niña todavía, viaja mucho y no te cases tan pronto.
Siempre recuerdo el año anterior y lo comparo con el ahora. Recuerdo cumpleaños tiernos y viene un ramo de rosas rojas a mi mente, recuerdo cumpleaños lluviosos y muchos amigos, recuerdo muñecas y chocolates, recuerdo tarjetas, y llamadas inesperadas que son lo que más me alegra, recuerdo muchos regalos, recuerdo otros menos felices, pero al fin siempre alegres.
Quiero hacer tantas cosas y me arrepiento de otras tantas que no hice.
Tantos proyectos hay en esta juventud divino tesoro, pero también pueden haber muchos proyectos para los que peinan canas y llevan arrugas, si esas arrugas y esas canas son pura vida y nunca es tarde.... nunca es tarde.