domingo, agosto 19, 2007
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 3:45 p. m.

LAN tiene la culpa, para qué mandan revistas y hacen que uno se entusiasme, como muchos se habrán dado cuenta, me anda rodando el bichito de las playas blancas y las aguas transparentes, tengo ganas de huir un rato, con cinco días y cuatro noches, me declaro satisfecha.

Se me antojó: buzios, claro, porque con europa y el caribe se me arranca el presupuesto. Además que anda un huracán por república dominicana, así que ese destino tendrá que esperar, y en todo caso para ir a esos sitios tan distantes, tienen que ser más días.

Yo viajé una vez a Brasil, pero no a Buzios, y me gustó bastante, claro que fui en una época de más calor, y me costó acostumbrarme a lo húmedo, pero al final lo pasé bien, me bañé en una playa preciosa, que hasta hoy recuerdo.

La verdad no sé si resulte, a ratos lo veo como una pelada de cable que me dio. De todas maneras si alguien conoce buzios, por favor que cuente la experencia, para ver si me sigo entusiasmando....

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martes, agosto 14, 2007
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 3:41 p. m.

Me duele la palma de la mano, como tengo que esperar un buen rato, compré un café con saborcito a vainilla, que luego quema mi mano izquierda, y medio equilibrándome, entre cartera, zapatos ordenaditos y abrigo, busco un lugar donde quedarme.

Alejandro viene llegando impecable como siempre, se acerca y me dice que no podrá tomar las audiencias del jueves, porque tiene cosas que hacer. Y ahí con el relato que vino después, olvidé el dolor de la mano.

Era una semana normal, Alejandro es abogado, y lo habían llamado como comunmente ocurre a su oficina, para solicitar una hora. La secretaria fija la hora para un par de días.

Alejandro había llegado a su oficina, y estaba ordenando todo su papeleo. Llega el cliente un tipo de unos 48 años, que viene con otro sujeto más, que se queda en la sala de espera leyendo una revista junto a la secretaria, mientras el otro ingresa a la oficina de Alejandro.


Alejandro consulta el motivo de la visita, y este nuevo cliente comienza a preguntarle por trámites de posesión efectiva y demases. Al rato de conversación, el sujeto pone sobre el escritorio de Alejandro un maletín, lo abre, y ahora Alejandro sólo ve los ojos de su cliente, quien sigue preguntando cosas. Alejandro siente un sonido metálico proveniente del maletín, pero no sabe bien que tanto mueve su cliente.

Ahí, la respiración se detiene. El sujeto saca un arma; una pistola con un silenciador. Alejandro se queda sin voz, el tipo sostiene firme el arma en la frente de Alejandro y le dice "usted está encargado".

Alejandro apenas, logra ofrecer dinero. Pero el sujeto no quiere, dice que un "socio", digamos el supuesto mandante, ya le ha pagado. Simplemente viene a ejecutar la labor.

Alejandro había visto armas, pero nunca una así, el silenciador le pareció gigante. Intentó dialogar con el sujeto, ofreció cheques, pero el sujeto no quiso, podría ser descubierto fácilmente, y con ello sólo ganó un par de golpes.

Alejandro ofreció ir a un cajero y entregarle plata al delincuente, pero éste tampoco aceptó, sólo quería dinero en efectivo.

Vinieron muchos golpes, lo que más quería el sujeto era humillarlo, lo tiró al suelo, lo golpeó hasta que se cansó. Al ver que no había mayor dinero en efectivo, le quitó la argolla de matrimonio, su reloj, celulares, y todo lo de valor que encontró.

Al abrir la puerta de la oficina, la secretaria ya había sido golpeada, ésta rogó al sujeto de la sala de espera que no le pegara más, que estaba embarazada, fue amarrada a la puerta del baño, dejándola adentro.

Los sujetos cortaron líneas telefónicas, destrozaron todo, y amarraron las manos y pies de Alejandro con cinta de embalaje. Lo amordazaron, utilizando una toalla de manos que había en el baño. Ahí quedó Alejandro tirado en la oficina, y su secretaria amarrada a la puerta del baño.

Cuando los sujetos se fueron, Alejandro logró ponerse de pie, y salir de la oficina. La gente transitaba y lo miraban como si fuera un lunático, justo y gracias a Dios, un carabinero lo vio. Le quitó la toalla de la boca, y lo ayudó a a soltar a la secretaria, tarea dificil, porque la única solución fue romper la chapa de la puerta.

Alejandro no puede tomar sus audiencias el jueves, porque tiene que estar presente en el juicio oral. Los sujetos están confesos, y después de un año fueron detenidos. Están bajo prisión preventiva. El cliente era un ex gendarme, que probablemente tiene alguna alteración mental, y el sujeto de la sala de espera, es un delincuente conocido, que lleva más de 10 condenas a su haber.

Habían asaltado varias oficinas en Santiago, en todas, la estrategia era similar, una de ellas terminó con tiroteo incluido.

Ahora Alejandro es querellante, pero está cansado, él mismo como abogado, que entiende perfectamente el juicio, ya casi no tiene fuerzas para seguir asistiendo. La policía nunca es suficiente, y se enfurece al ver que los testigos en este juicio deben esperar horas en una sala pequeña, encerrados e incomunicados antes de declarar, donde les dan un almuerzo, sin un vaso de bebida, ni agua ni menos una taza de café.

El carabinero que lo asistió, este año se acogió a retiro, y está de testigo. La última vez que Alejandro llegó al tribunal, encontró al carabinero, durmiendo en el suelo del tribunal, cansado de esperar. Eso significó una fuerte discusión con el fiscal, pero nada ha conseguido.
Le indigna el trato a la víctima y a los testigos, son tratados peor que el imputado. El imputado tiene derecho a guardar silencio, tiene derecho a un abogado. Se le designa instantáneamente un defensor, pero y la víctima?, él mismo como querellante se siente atado de manos, porque el juicio no avanza.

Estoy decepcionado de la reforma, me dice... y lo entiendo.
Sigo sorprendida con todo lo que escuché, pero el café y el tiempo de espera ya terminó.
 
sábado, agosto 11, 2007
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 3:10 p. m.

Mariana me pidió que le dejara un comentario en su fotolog; pero ahora no puedo porque para comentar el sistema exige crear una cuenta. Quizás esta nueva modalidad genere muchos más fotologs de los que existen.
He escuchado varias veces que Chile tiene el mayor número de fotologs, y por casualidad dejando comentarios, y copuchenteando páginas de amigos, he sabido de matrimonios, viajes, trabajos, hijos.

Ocurre que hace un tiempo atrás, en una actividad extraprográmatica de la universidad conocí a dos amigas, que estudiaban kinesiología, eran íntimas, y tenían mucha onda con Daniel, un muchacho que seguramente es una gran persona, pero a mi juicio no muy agraciado físicamente, sin embargo estas dos chiquillas se derretían por él.

Con el tiempo, Daniel inició un romance con una de ellas, y hoy, con el asunto de fotolog, vengo a encontrar fotos de Daniel ahora de novio con la otra de las amigas, y aquella que fue su novia inicial a punto de casarse.

No sé si el asunto del fotolog, tenga algún límite, a ratos medio peligroso me parece, porque uno no sabe quien pueda llegar a ver tus fotos, eso es lo que no me da mucha confianza, soy muy resevada de mi vida, y si bien aquí comparto ideas, me desahogo y cuento algunas anécdotas, me sigo sintiendo muy libre.

También leí un estudio que señala que subir fotos no tiene ningún problema, pero subir más de tres fotos diarias, ya indica cierta patología: esto es tratar de destacar una vida muy taquillera frente a los ojos de los demás, sentirse valorado, frente a los demás a través de las fotografías.

En fin, creo que es bonito compartir fotos con los amigos, pero yo no me animo a crear un fotolog, así que tendré que resignarme a no comentar en la página de mariana...
 
domingo, agosto 05, 2007
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 11:55 a. m.

Yo no sé si sobre los 30 o 40 años, la vida se sentirá precipitada, pero creo que uno siendo joven debe tomar las decisiones más importantes de la vida.
Es como ese comercial que aparecía cuando estaba a punto de rendir la PAA : qué quieres hacer los próximos 40 años de tu vida?, con quién quieres estar el resto de tu vida?, etc

Parece que entre los 17 y los 30 años pasan muchas cosas.

A medida que uno crece, y tiene algunos años más, la vida se hace más corta el 18 de Septiembre y el verano vienen rápido. Hace casi 8 años que salí del colegio, y vaya que han cambiado la vida de mis amigos cercanos, amores eternos terminados, matrimonios, hijos, trabajos, profesiones.

Será que sobre los 35 la vida se calmará un poco?, o pasará lo contrario?.

La semana pasada me tomé un cafecito con dos amigos, uno de 32 acaba de ser padre, y otra de 38, con dos hijos chiquitos, ayudandoles a crear hábitos, y parece que hace poco la vi titularse, y decidir un matrimonio, y hoy está pendiente de sus hijos.

Me siento más adulta ahora, con algo de adolescente adentro que no se quiere ir, como si existieran fiestas y carretes que me perdí, y que están esperando, y como si las puertas de la adultez estuviesen abiertas de par en par grandes, atrapándome.

Todavía quiero ser joven por un tiempo más, y no pagar todavía el costo de la vida adulta, pero cada vez los carretes y las reuniones de amigos están más escasos, porque cada uno está pavimentando su vida de adultos, de grandes, pensando en proyectos.

Anoche estuve en un pizzería, él me miró, y me dijo, "vas a ser la típica mamá, preocupada de sus hijos"... pero siento que todavía falta para eso, aunque esas puertas se vean muy cerca....