Tantos mensajes en mi blog, sólo les puedo agradecer las palabras sinceras de quienes han pasado por aquí para darme ánimo. Parece que este blog no se irá tan pronto al congelador (espero)
Debo decir que por esa experiencia poco grata no dejaré que el temor me venza, verme derrotada sería lo peor que podría hacer. Por supuesto que la percepción cambia, y todavía es muy pronto como para volver al lugar en que me quitaron esa medalla, la verdad, por el momento no tengo ganas de estar ahí otra vez. Gracias a Dios no estoy obligada a transitar por esos lados.... pero estoy bien.
"Estoy bien", eso le dije a una mujer morena y joven, le dije que me sentía bien y que estaba aprovechando el verano... pero ella me dijo que me veía cansada.
Me preguntó a que me dedicaba, le conté. Le dije también que por mi profesión leo mucho, ocupo bastante un escritorio, y que el año pasado, deje mis pocas actividades deportivas, para dedicarme al exámen de grado.
Entramos en una salita con luz y música suave. La masajista me dijo que pensara sólo en cosas alegres o que me dieran paz, nada de problemas.
En mis 24 años, nunca había tomado un masaje. La verdad es que tampoco me había fijado tanto en eso, ni era algo que yo quisiera en extremo. Pero se dio la oportunidad, y dije vamos.
Resultó espectacular, ojalá pudiera transmitir un poco lo bien que me hizo, tenía mi cuello y espalda tensionados, hasta dormí. Qué ganas que aquellos que tienen tantos problemas, aquellos que viven preocupados, que estan cansados y que no pueden detenerse.... pudieran tener un minuto de paz, y de relajación. Es como encajarse de nuevo, y darse ánimo frente al Marzo que se acerca como un gigante de pasos apresurados.
La verdad es que después de ese masaje parece que hay más fuerzas y ánimo para enfrentar lo que venga.
Por mi parte quisiera que el verano no se fuera, he descubierto que me gustan las estaciones más cálidas, no tengo ganas de sentir mis clásicas manos heladas del invierno. Pero vienen muchos desafíos y esos sí que tengo ganas de enfrentar.
Debo decir que por esa experiencia poco grata no dejaré que el temor me venza, verme derrotada sería lo peor que podría hacer. Por supuesto que la percepción cambia, y todavía es muy pronto como para volver al lugar en que me quitaron esa medalla, la verdad, por el momento no tengo ganas de estar ahí otra vez. Gracias a Dios no estoy obligada a transitar por esos lados.... pero estoy bien.
"Estoy bien", eso le dije a una mujer morena y joven, le dije que me sentía bien y que estaba aprovechando el verano... pero ella me dijo que me veía cansada.
Me preguntó a que me dedicaba, le conté. Le dije también que por mi profesión leo mucho, ocupo bastante un escritorio, y que el año pasado, deje mis pocas actividades deportivas, para dedicarme al exámen de grado.
Entramos en una salita con luz y música suave. La masajista me dijo que pensara sólo en cosas alegres o que me dieran paz, nada de problemas.
En mis 24 años, nunca había tomado un masaje. La verdad es que tampoco me había fijado tanto en eso, ni era algo que yo quisiera en extremo. Pero se dio la oportunidad, y dije vamos.
Resultó espectacular, ojalá pudiera transmitir un poco lo bien que me hizo, tenía mi cuello y espalda tensionados, hasta dormí. Qué ganas que aquellos que tienen tantos problemas, aquellos que viven preocupados, que estan cansados y que no pueden detenerse.... pudieran tener un minuto de paz, y de relajación. Es como encajarse de nuevo, y darse ánimo frente al Marzo que se acerca como un gigante de pasos apresurados.
La verdad es que después de ese masaje parece que hay más fuerzas y ánimo para enfrentar lo que venga.
Por mi parte quisiera que el verano no se fuera, he descubierto que me gustan las estaciones más cálidas, no tengo ganas de sentir mis clásicas manos heladas del invierno. Pero vienen muchos desafíos y esos sí que tengo ganas de enfrentar.
Etiquetas: gracias