Aquí me acompaña un vaso con unos hielos derretidos en el fondo. El agua mineral con un suave sabor a frutos del bosque ya se ha ido. Y estoy una vez más tratando de sacar algo al "aire".
Coloqué el notebook sobre una caja de cartón dorada, donde venía un vestido de regalo, y allá en la pared, al lado de la ventana con cortinas airosas, hay un cuadrito de marco café, que lleva una foto de hace unos 7 años atrás con mis dos amigas del colegio, a quienes para los efectos de este relato llamaré Andrea y Estela.
Llevo hace unos días un nudito de la garganta al estómago, nudito que, hasta ahora, no he compartido con nadie; pero que ha estado presente en estos últimos días de fiesta, donde he manejado apresurada, pero siempre reflexionando. A ratos miro con tristeza las copas de los arboles.
El calor, y la música ruidosa de paulina rubio en la radio del auto, me hace recordar esos días de enero en la casa de Estela, prácticamente nos veíamos todo el verano, y el itinerario era llegar a su casa a almorzar o a más tardar llegar tipo 3, largarse de guata al sol toda la tarde, y sumergirse en la piscina una y otra vez, conversar de los amores, y hablar sólo de nosotras y nada más. Después a ducharse, tipo 8, pintarrajearse un poco, y salir con el color rojizo en la piel, para planear con un grupo de amigos lo que se venía para el fin de semana. Eran días de letargo, y alegría, sacando la radio al jardín, con el útlimo éxito de paulina rubio, y otros cantantes latinos.
Con Andrea y Estela nos hicimos amigas en cuarto medio, porque teníamos intereses prácticamente iguales, era tanta la amistad sobretodo con Estela, que nos contabamos todo lo que nos ocurría en la Universidad por mail. Eran correos largos con todo detalle, y hartas llamadas telefónicas.
Las tres estudiamos en lugares distintos, carreras muy diferentes. Pero cada una de nosotras conocía hasta los nombres y la vida de las nuevas amistades que ibamos haciendo.
Los veranos, de los siguientes años, nos reuníamos menos, pero con la misma intesidad. Yo las tuve que dejar de acompañar muchas veces por razones netamente de estudios.
Cada una empezó pololeos, yo diria que los primeros importantes. Las reuniones se fueron distanciando cada vez más, a realizarse en promedio 2 ó 1 vez al año. Andrea cada vez que nos juntábamos venía con su pololo, que era bastante coqueto en ese tiempo, y que impedía contar cosas más personales porque con él no había tanta confianza.
Estela por su parte que siempre ha sido tan apasionada se enamoró mucho de un sujeto, que de un día para otro terminó con ella, ahi vino un drama y una serie de desventuras que no compartí.
Viví con Estela todo su duelo, por el termino de ese primer pololeo, y trate de darle ánimos en la medida que podía, porque vivimos en ciudades distintas, después de eso Estela empezó a salir con un tipo separado recientemente con dos hijos de tres y seis años, yo imaginé que era un simple flirteo, pero una noche Estela terminó teniendo sexo con él en su departamento. Sin saberlo la llamé ese domingo para saber cómo estaba.... y estaba feliz, pero nerviosa, esperando que el sujeto la llamara y me dijo "hice algo malo, se que me vas a retar".
Ella sabe que no soy partidaria de andar acostándose con cualquiera, pero tampoco me iba a poner moralista con una mujer ya adulta, le hice saber lo que pensaba, aunque mis palabras se las llevo el viento, y bien lejos.
El tipo no la llamó nunca más.
Ahi vinieron otras romances similares, hasta que se encontró con un antiguo compañero de universidad, el que hoy es su pololo, pero que no conozco personalmente.
Es cierto que la vida cambia, y los intereses de unas adolescentes evidentemente serán muy parecidos en una época, y después serán otros quizás opuestos, pero hay personas que logran mantener un contacto en el tiempo, y esto aqui no sucede.
Como siempre yo había tenido que estudiar, las invitaciones se fueron apagando, y hoy aunque exista algun evento social, no hay llamado ni de Andrea ni de Estela.
Estoy con un vacio porque actualmente ni una llamada telefónica hay para decir feliz año, de las ultimas 10 llamadas, las 10 yo las he marcado. Y hace un tiempo Andrea se quejó por no recibir llamadas mías... que más puedo hacer... voy a seguir estando ahi, pero ya no me genero expectativas, hay muchos detallitos que duelen, pero para que los voy a escribir.
Siempre soy yo la que al menos por msn, les envía un saludo, y lo sigo haciendo pero no dejo de sentir nostalgia, ya intenté ponerle pino, y seguiré ahí.... casi imperceptible, hoy con algo de tristeza, pero siempre presente, y sin esperar nada.
Coloqué el notebook sobre una caja de cartón dorada, donde venía un vestido de regalo, y allá en la pared, al lado de la ventana con cortinas airosas, hay un cuadrito de marco café, que lleva una foto de hace unos 7 años atrás con mis dos amigas del colegio, a quienes para los efectos de este relato llamaré Andrea y Estela.
Llevo hace unos días un nudito de la garganta al estómago, nudito que, hasta ahora, no he compartido con nadie; pero que ha estado presente en estos últimos días de fiesta, donde he manejado apresurada, pero siempre reflexionando. A ratos miro con tristeza las copas de los arboles.
El calor, y la música ruidosa de paulina rubio en la radio del auto, me hace recordar esos días de enero en la casa de Estela, prácticamente nos veíamos todo el verano, y el itinerario era llegar a su casa a almorzar o a más tardar llegar tipo 3, largarse de guata al sol toda la tarde, y sumergirse en la piscina una y otra vez, conversar de los amores, y hablar sólo de nosotras y nada más. Después a ducharse, tipo 8, pintarrajearse un poco, y salir con el color rojizo en la piel, para planear con un grupo de amigos lo que se venía para el fin de semana. Eran días de letargo, y alegría, sacando la radio al jardín, con el útlimo éxito de paulina rubio, y otros cantantes latinos.
Con Andrea y Estela nos hicimos amigas en cuarto medio, porque teníamos intereses prácticamente iguales, era tanta la amistad sobretodo con Estela, que nos contabamos todo lo que nos ocurría en la Universidad por mail. Eran correos largos con todo detalle, y hartas llamadas telefónicas.
Las tres estudiamos en lugares distintos, carreras muy diferentes. Pero cada una de nosotras conocía hasta los nombres y la vida de las nuevas amistades que ibamos haciendo.
Los veranos, de los siguientes años, nos reuníamos menos, pero con la misma intesidad. Yo las tuve que dejar de acompañar muchas veces por razones netamente de estudios.
Cada una empezó pololeos, yo diria que los primeros importantes. Las reuniones se fueron distanciando cada vez más, a realizarse en promedio 2 ó 1 vez al año. Andrea cada vez que nos juntábamos venía con su pololo, que era bastante coqueto en ese tiempo, y que impedía contar cosas más personales porque con él no había tanta confianza.
Estela por su parte que siempre ha sido tan apasionada se enamoró mucho de un sujeto, que de un día para otro terminó con ella, ahi vino un drama y una serie de desventuras que no compartí.
Viví con Estela todo su duelo, por el termino de ese primer pololeo, y trate de darle ánimos en la medida que podía, porque vivimos en ciudades distintas, después de eso Estela empezó a salir con un tipo separado recientemente con dos hijos de tres y seis años, yo imaginé que era un simple flirteo, pero una noche Estela terminó teniendo sexo con él en su departamento. Sin saberlo la llamé ese domingo para saber cómo estaba.... y estaba feliz, pero nerviosa, esperando que el sujeto la llamara y me dijo "hice algo malo, se que me vas a retar".
Ella sabe que no soy partidaria de andar acostándose con cualquiera, pero tampoco me iba a poner moralista con una mujer ya adulta, le hice saber lo que pensaba, aunque mis palabras se las llevo el viento, y bien lejos.
El tipo no la llamó nunca más.
Ahi vinieron otras romances similares, hasta que se encontró con un antiguo compañero de universidad, el que hoy es su pololo, pero que no conozco personalmente.
Es cierto que la vida cambia, y los intereses de unas adolescentes evidentemente serán muy parecidos en una época, y después serán otros quizás opuestos, pero hay personas que logran mantener un contacto en el tiempo, y esto aqui no sucede.
Como siempre yo había tenido que estudiar, las invitaciones se fueron apagando, y hoy aunque exista algun evento social, no hay llamado ni de Andrea ni de Estela.
Estoy con un vacio porque actualmente ni una llamada telefónica hay para decir feliz año, de las ultimas 10 llamadas, las 10 yo las he marcado. Y hace un tiempo Andrea se quejó por no recibir llamadas mías... que más puedo hacer... voy a seguir estando ahi, pero ya no me genero expectativas, hay muchos detallitos que duelen, pero para que los voy a escribir.
Siempre soy yo la que al menos por msn, les envía un saludo, y lo sigo haciendo pero no dejo de sentir nostalgia, ya intenté ponerle pino, y seguiré ahí.... casi imperceptible, hoy con algo de tristeza, pero siempre presente, y sin esperar nada.
Etiquetas: amigas
