Esa frase también me da esperanzas de creer que hay una parte en el corazón de todos que puede sensibilizarse.
Es triste pensar, que una persona es mala y no se puede convertir, no puede haber en ella bondad, es triste pensar que una persona mala nunca cambiará, lo que si es cierto es que esa persona puede caer varias veces, y es ahí donde necesita formación para ser firme.
Lo difícil de todo es perdonar... pucha q es difícil, porque uno puede tener ese firme propósito, pero no olvida, y si uno no olvida cree que no perdona.
Pero no es así, al recordar las imágenes vienen con todo, con ese sentimiento, con esa misma sensación que nos invadió en ese momento, pero hay que trabajar para dejarlas atrás, para que sea una imágen que recordamos, pero que ya no sentimos.. es ahí cuando el perdón es más efectivo, cuando ya no hay rabia, no hay tristeza ni angustia.
Más difícil aún es perdonar al que no se arrepiente, porque perdonar al que implora perdón es más fácil, conmueve su súplica y es posible concebir el perdón... ¿pero cómo perdonar y olvidar al que no se arrepiente?
Creo que para que el perdón sea más efectivo es necesario un trabajo arduo, del ofendido y del ofensor.
Paciencia para el ofensor, y generosidad para el ofendido.... alivio para el ofendido porque como se dice también el justo siempre sufre menos que el pecador.
Y pedir perdón? reconocer un error mío? una falta? que YO provoqué un sufrimiento a otro... eso también es difícil, es dejar de lado el ego, e inclinar la cabeza, pero ese gesto de pedir perdón no sólo alivia la angustia del ofendido, sino que también la del que cometió la falta....
Lo cierto es que nada es absoluto...