Es que ni yo sé, a ciencia cierta, que es lo que me pasa, pero hace días tengo pena, tristeza. Y ya creo que en mis ojos se nota, como si este frío me hubiese llevado las sonrisas y las carcajadas.
Ni ver una película de dibujos animados, mi terapia favorita y santo remedio, me ha resultado.
No sé, quizás cuando marqué la tarjeta de postulación de la PAA, no sabía con la chichita que me estaba curando, ahora la estoy conociendo.
Dos veces en mi vida he ido a un sicólogo, y siempre me han mandado con viento fresco de vuelta, es que la gente de mi carrera vive medio enferma, así que es normal.
Además, la juventud divino tesoro, parece que no es tan así, si las señoras de cincuenta se ven mejor. El otro día fui al dentista, salí de la oficina, almorcé, es decir, tragué, y llegué a sentarme a la consulta, había una señora como cincuentona, pero regia, pelo producido, uñas oscuras, botas de taco, y bien estirada.
Yo con mi pelo medio desordenado, enfundada en una parka, y con zapato bajo, y de no muy buen ánimo.
Y el dentista me pregunta a mí, que por qué los jueces pelotudos dejan sueltos a los delincuentes, como si yo fuera capaz de justificar eso, y yo jurídicamente puedo decir que el Código Procesal Penal, dice que el juez dictará sentencia condenatoria cuando adquiera convicción más allá de toda duda razonable, o sea, si el pastel, tiene una minima duda, entonces no lo puede condenar.
Pero supongo, que está gente podrá tener algo de sentido común, no hay que estudiar derecho para saber lo que está bien y lo que está mal.
Es la organización del poder judicial la que no me convence, entiendo que los juicios son largos, porque es razonable darle plazo al demandado para que busque abogados y reuna pruebas, pero los funcionarios del tribunal o son medios flojillos, o no dan a basto, yo creo que es una combinación de ambas.
Hace meses que represento a una señora extranjera, que no puede viajar a Chile, y estoy tramitando su pensión de alimentos, pero el bello Tribunal no se digna aún a practicar la liquidación del crédito, y los niños siguen teniendo necesidades!!, ya pedí cuenta varias veces, y no saco nada con quejarme de los funcionarios, porque después andan con una cara de tres metros y no hacen nunca lo que uno les pide, asi que opte por tramitar por mano el famoso oficio, en consecuencia, voy hacer la pega que el Tribunal debería hacer.
Es que no me da lo mismo la gente, no me da lo mismo, no soy como los otros, que se olvidan, a mi no, si algo no hice bien, no es porque lo dejé botado, es porque hay todo un asunto burocrático que no nos deja avanzar.
Además en la Universidad no nos enseñaron a tratar con los clientes, porque la gente no llega sólo con su problema jurídico, sino que con todo un drama social-familiar-de violencia atrás.
No hay cosa que me llene más que entregar una sentencia favorable, de ver la gente contenta, pero vivo preocupada por los otros que están esperando.
Y la secretaria insiste en recomendarme con Pedro, Juan y Diego, como si yo lo hiciera todo bien, pero a ratos, no me tengo tanta confianza, ni tanta fe.
Además aquí hay que andarse imponiendo, y no dejarse aplastar, también me canso un poco de eso. Y los abogados que se creen lo máximo, puaj, como si esta profesión fuera tan bien mirada.
Hay cosas buenas, hay cosas malas, como todo en la vida, pero yo últimamente no ando tan feliz, estoy preocupada por esos ojos amargados que llegan a consultar, Los llevo a mis sueños, y no los olvido.
El otro día Raúl en un momento de relajo, me dijo que porque no usaba mis armas femeninas, para tratar con los actuarios, y nos reimos mucho. Pero aunque en la realidad existen tales, yo no soy de esas.
Parece que deje de lado mi coraza fuerte, o de verdad ahora me estoy estresando un poco, pero no es por la levantada temprano, ni por esa oficina tan helada, ni por las esperas de las audiencias, es por las personas que hay detrás de esas carpetas.
Hoy cerré el notebook, cuando ya me iba venir a casa, y una ruma de escritos a un lado del escritorio, miré el mueblecito de la esquina, saturado de carpetas, y pensar que detrás de cada carpeta hay personas que están esperando....