viernes, junio 30, 2006
Lo ha dicho: Niña Incógnita, a las 12:52 p. m.


No las soporto, no soporto las mentiras, me cargan, me descomponen... y siento casi que es un defecto defender la verdad siempre... en estos tiempos es como defender lo indefendible, me ha traído más de un problema o un disguto.
Cuando veo a alguien mentir, me duele mucho, y me molesta, es una reacción tan extraña, porque mientras no me mientan a mí, podría no afectarme, pero aún así, aunque no vaya dirigida a mí la mentira, igual me molesta, sobre todo si uno ve a alguien que quiere mucho que mienta, porque aunque a veces sean pequeñeces, se podría pensar que esa persona, que ni se arruga para mentir, siempre es así, es decir, que siempre miente.


Siento, que sería mejor, si yo tolerara las mentiras, pero aunque lo he intentado, resulta en vano, me entristece enormemente.
Una vez, conversaba con un amigo, y me decía que le llamaba la atención, que yo
no sintiera rabia en estos casos, pero si mucha pena.

Sé muy bien, que nadie es perfecto, que probablemente yo, también he mentido, pero siempre me esfuerzo, por no mentir, y me ha resultado muy bien, lograr tranquilidad, que es algo impagable, no hay nada mejor que tener una conciencia tranquila.
Y he concluido, que nada queda en absoluto secreto toda la vida, siempre siempre, la verdad sale a la luz...
 
8 Opine no más:


At 6:14 p. m., Blogger Anónimo Aún

Me cargan las mentiras. Me carga que me mientan. No soporto a los mentirosos. Me descompone cuando veo que otro careraja está mintiendo, más aún si no puedes discutirle el punto (por la razón que sea), pero lo sabes.

Evito decir mentiras, hasta las piadosas. Esto también me ha traído problemas. No se usa, se dice, pero no se usa ser transparente.

Afortunadamente, siempre la verdad triunfa, pero a veces demora mucho: el daño está hecho.

No hay nada más agradable que dormir tranquilo con la conciencia, no tener que cuidarse de tapar la mentira con (obvio) otra mentira. He conocido gente tan, tan mentirosa, tan careraja, que no sé cómo viven.

Anónimo Aún

PD: Si, estamos en minoría ¿debiéramos tener una ley que nos proteja como "minoría"? Hummmm ....

 

At 6:46 p. m., Blogger Niña Incógnita

AA: Parece que compartimos el mismo punto de vista.. ojalá existiese un mecanismo que nos proteja.... jeje, aunque eso parece imposible
Y tienes razón, se dice una mentira, y luego viene otra para tapar lo que ya se dijo... es un círculo que crece, crece y crece...
en fin, AA.. asi es la vida... pasaré por tu blog...

 

At 7:22 p. m., Blogger Sólo Adán

Puxa... es fome q auno le mientan, sobre todo con cosas muy importantes, pero ¿quien no miente en este mundo?

te lo dice un mitómano como yo :S

XD!

saludos mi niña

 

At 8:23 a. m., Blogger conely

Estoy de acuerdo con que no me gusta la mentira, prefiero la verdad aunque sea dolorosa, PERO no todos piensan así.... si dices una verdad a otra persona o se enoja, o reclama, o lo que sea entonces cuando hay gente que no es capáz de aceptar una verdad es mejor no decirla u omitirla.
Besos!

 

At 11:14 a. m., Blogger Leoncita

Gracias por tu comment...

 

At 10:09 p. m., Blogger Comentador

Totalmente de acuerdo con tu comment. Al final contra la verdad nada le hace el peso. Es mejor así en la vida.
Saludos y nos leemos!

 

At 7:47 a. m., Blogger May@

Yo creo que es (casi) imposible no mentir en algún momento de nuestras vidas y seguramente en algunos casos es lo mejor... El problema surge cuando la mentira pasa a ser la regla. Yo acabo de alejarme del mentiroso más grande que he conocido y la verdad es que lo hice asqueada. El chanta ese mienía hasta en el saludo.

A mi los mentirosos no me interesan. Charlar con ellos me parece una soberana pérdida de tiempo... y mi tiempo es oro...

 

At 7:51 a. m., Blogger May@

Yo creo que es (casi) imposible no mentir en algún momento de nuestras vidas y seguramente en algunos casos es lo mejor... El problema surge cuando la mentira pasa a ser la regla. Yo acabo de alejarme del mentiroso más grande que he conocido y la verdad es que lo hice asqueada. El chanta este mienía hasta en el saludo.

A mi los mentirosos no me interesan. Charlar con ellos me parece una soberana pérdida de tiempo... y mi tiempo es oro...