El computador sobre mi cómoda, al lado del florero de vidrio, con esas flores de madera, me llamaba a encenderlo, estuve a punto de venir a escribir, pero si en ese momento lo hubiese hecho, probablemente habría escrito puras tristezas....
Admito que cuando despierto a esas horas estoy sólo yo misma, en la soledad absoluta, en el silencio más profundo de mi casa, todos durmiendo, y trato de razonar, de decirle a mi conciencia que me pregunta tantas cosas que no me hable más, y que me deje dormir, pero no es posible.... me sigue preguntando qué es lo que tengo que hacer en la mañana, en la tarde, en la semana, qué es lo que he hecho los días anteriores, vienen las preguntas.... pero el sueño no vuelve.
Decido apagar la luz, y volver a mi cama, pero aún mis ojos están muy abiertos, y ahora disntinguen entre la oscuridad, cierro los ojos, pero sigo despierta, abro los ojos si siento algún ruido, mis perros que se mueven allá afuera.... enciendo la luz... pero tengo que dormir....
Cierro los ojos y me repito que tengo que dormir, porque tengo que descansar... uff pero ya suena el despertador... no alcancé a dormir??....